La cooperativa catalana Abacus fue anfitriona el pasado 26 de septiembre del acto “Cooperativas y cultura. Diversidad, derechos culturales y sociales”, celebrado en el marco de la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible de la UNESCO (Mondiacult 2025). La jornada, organizada por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en colaboración con CICOPA, Abacus y el Arizmendiarrieta Social Economy Think Tank (ASETT), puso en valor el cooperativismo como agente cultural de primer orden y como pieza clave en la construcción de un futuro más inclusivo y sostenible.
El evento formó parte de una amplia campaña para posicionar a las cooperativas en los debates y programas mundiales que presentan la cultura como un aspecto indivisible del desarrollo sostenible, además de reforzar la labor del Grupo de Trabajo de la ACI sobre el Patrimonio Cultural Cooperativo.
La presidenta de Abacus, Maravillas Rojo, inauguró la jornada recordando que el cooperativismo “es un movimiento vivo y lleno de futuro con profundas raíces históricas” y que hoy demuestra su capacidad para dar respuesta a “retos tan urgentes como la polarización democrática, el cambio climático o la desigualdad”. En la misma línea, la comisionada de Promoción Económica del Ayuntamiento de Barcelona, Nadia Quevedo, subrayó que la ciudad “quiere ser también una capital cooperativa en el ámbito cultural, capaz de atraer iniciativas que conecten a las personas y refuercen la democracia”.
El debate se enriqueció con la intervención de Iñigo Albizuri, miembro del Consejo de la ACI y director del ASETT, quien defendió la diversidad cultural y el uso de lenguas minoritarias en los espacios globales, y destacó que “desde los libros hasta las fábricas, todo puede hacerse de manera cooperativa”. También el argentino Ariel Guarco, presidente de la ACI, reivindicó las cooperativas como soluciones para proteger el patrimonio cultural, y Simel Esim, jefa de Economía Cooperativa, Social y Solidaria de la OIT, hizo un llamamiento a integrar a las cooperativas en las políticas culturales como empresas “basadas en los estándares internacionales de trabajo, e inspiradas en la sabiduría de los pueblos”.
Cultura y transformación social
La segunda mesa, moderada por el subdirector general de Abacus, Víctor Meseguer, puso sobre la mesa el papel de las cooperativas culturales en la transformación social. En ella, el presidente de Cooperatives Europe, Giuseppe Guerini, destacó la fuerza de la cultura cooperativa como motor democrático y transformador, “el mejor antídoto contra el capitalismo depredador”. En esta misma mesa participaron la presidenta de la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya, Laia Bonastra; la presidenta de CulTurMedia Lega Coop, Giovanna Barni, el presidente del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, Patxi Olabarria, y la vicepresidenta de Sicredi Pioneira, Heloísa Lopes, quienes recordaron que educación, cultura y comunidad son inseparables, y que la cooperación es el medio para empoderar a las personas en estos ámbitos tan esenciales.
En esta mesa intervinieron también Liz McIvor, directora del Cooperative Heritage Trust, y Marta Lozano, presidenta de WazoCoop (Extremadura), quienes subrayaron la importancia de trabajar con las comunidades y los territorios rurales para reforzar la cooperación y el desarrollo sostenible.
El tercer bloque, centrado en la agenda post-2030, reunió a representantes institucionales e internacionales. David Bonvehí, director general de Cooperativas de la Generalitat catalana, destacó el papel de las cooperativas en la preservación de las lenguas, el patrimonio y la identidad cultural, recordando que son “semillas de participación cultural” con impacto en la política pública. Jokin Díaz, del País Vasco, señaló que su tradición cooperativa combina emprendimiento, industria y cultura con políticas sólidas de economía social, generando empleo e impacto real.
A nivel internacional, Sébastien Vauzelle (ONU) abogó por alinear el cooperativismo con los ODS; Osamu Nakano (Japón) defendió la cooperación intergeneracional; y P. Santosh Kumar (India) recordó que “la identidad es la suma de nuestras experiencias”. En la clausura, Diana Dovgan, secretaria general de la Organización Sectorial de la ACI de Cooperativas Industriales y de Servicios en Bélgica, y Francesca Martinelli (Italia), directora del Centro Studi Doc Foundation y relatora de la ACI en Italia, coincidieron en la necesidad de consolidar el cooperativismo como motor cultural y social global.
“El mensaje de hoy es claro: los derechos culturales, la diversidad y el trabajo digno van de la mano. Las cooperativas encarnan esta convergencia. Demuestran que la democracia en el lugar de trabajo fomenta la diversidad y que la solidaridad y la gobernanza democrática fortalecen la libertad cultural”, subrayaron.





