Un nuevo informe conjunto de la OCDE y la Comisión Europea destaca el papel creciente de la economía social en Europa, subrayando su contribución a la creación de empleo, la innovación y la cohesión territorial. Actualmente, este sector representa el 6,3% del empleo en la UE y genera una facturación de más de un billón de euros, siguiendo las cifras de CIRIEC-Euricse, y opera en todos los sectores de actividad.
El informe ‘Social Economy in Europe. Contributing to Competitiveness and Prosperity’ ha sido elaborado por el Centro de la OCDE para el Emprendimiento, las Pymes, las Regiones y Ciudades (CFE), dirigido por Lamia Kamal-Chaoui, y forma parte del Programa de Trabajo de Desarrollo Económico y del Empleo Local (LEED) de dicho Centro. Ha sido producido en colaboración con la Unión Europea, en el marco de los compromisos asumidos en su Plan de Acción para la Economía Social.
Son autores del informe Melis Aslan, Bruno De Menna y Sofija Rakcejeva, analistas de políticas (CFE/LEED), bajo la supervisión de Amal Chevreau, jefa de la Unidad de Economía Social e Innovación (CFE/LEED).
Cuidado y vivienda: prioridades estratégicas
El informe se centra en sectores como el de los cuidados y la vivienda, dos «áreas críticas» ante el envejecimiento poblacional y el aumento de los costos habitacionales. En los dos ámbitos la economía social ofrece soluciones innovadoras, accesibles y de calidad, priorizando la comunidad sobre el lucro. En los cuidados, las entidades de economía social proporcionan servicios de atención a personas mayores, con discapacidad y cuidado infantil, llegando incluso a zonas rurales y mejorando las condiciones laborales del personal.
En vivienda, asociaciones y cooperativas sociales representan ya porcentajes significativos del parque habitacional en lugares como los Países Bajos (33%), Austria (25%), Suecia (24%), Polonia (16%) y República Checa (12%).
Marco institucional, apoyo empresarial y fiscalidad
El informe subraya también la necesidad de fortalecer los marcos institucionales, el apoyo empresarial y la fiscalidad para potenciar la economía social. La coordinación entre niveles de gobierno facilita su visibilidad y desarrollo local. Asimismo, se requiere acceso a capital semilla, incubadoras especializadas, medidas fiscales adaptadas y estrategias de digitalización para que estas entidades puedan escalar y maximizar su impacto social.
En el ámbito fiscal se recomiendan medidas como exenciones o reducciones de impuestos, incentivos para contratación de colectivos desfavorecidos y créditos fiscales que reconozcan el valor social generado. No obstante, la diversidad de formas jurídicas y modelos plantea retos para la implementación de un marco fiscal coherente, lo que requiere claridad normativa y registro público de entidades elegibles.
El informe concluye que la economía social no solo contribuye al empleo y la cohesión social, sino que también representa una herramienta estratégica para abordar los retos sociales y económicos de Europa, desde el cuidado y la vivienda hasta la innovación y la sostenibilidad, un sector competitivo para generar prosperidad compartida.
https://www.oecd.org/en/publications/social-economy-in-europe_3432de93-en/full-report.html
https://www.oecd.org/content/dam/oecd/en/publications/reports/2025/12/social-economy-in-europe_2599a910/3432de93-en.pdf





