Durante la sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo, del pasado 22 de noviembre, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y el CECOP organizaron una audiencia conjunta. El acto llevaba por título «Respeto a la competencia leal, de los derechos de los trabajadores y del trabajo autónomo real a través de una Directiva ambiciosa sobre la mejora de las condiciones laborales en el trabajo de plataforma». El objetivo era ofrecer a los eurodiputados presentes en el acto el punto de vista de las cooperativas, de los trabajadores autónomos reales y de los trabajadores autónomos “subordinados”.
La secretaria general del CECOP, Diana Dovgan, afirmó en su discurso de presentación que «una regulación fuerte del trabajo en plataformas es esencial a nivel de la UE y a nivel nacional. Existe un desequilibrio de poder entre las grandes plataformas laborales digitales capitalistas y los trabajadores individuales». Es esencial clasificar correctamente el estatus de los trabajadores, y las normas deben aplicarse en todas las cadenas de subcontratación. Existen auténticos autónomos, pero en ese caso los trabajadores no deben ser subordinados por las plataformas. En cuanto a la cuestión de la gestión algorítmica, añadió que «los trabajadores deben entender perfectamente cómo se gestiona y evalúa su trabajo, y deben tener oportunidades de reparación». Diana Dovgan concluyó su introducción diciendo que «el debate actual no debe aparecer como una lucha entre trabajadores y empresas. Hay empresas dedicadas al trabajo en plataformas -como las cooperativas de plataformas- que aplican normas sociales elevadas para sus trabajadores, que son penalizadas y sufren la competencia desleal de plataformas que utilizan el vacío legal actual para desarrollar comportamientos monopolísticos».
Varios colaboradores hicieron hincapié en las malas condiciones de trabajo en las plataformas capitalistas, que valoran el beneficio económico por encima del trabajo digno: una antigua empleada de una plataforma de este tipo se vio obligada a aplicar una tarifa horaria baja y, en algún momento, tuvo que programar una intervención médica en un día libre, ya que la plataforma no le permitía coger una baja por enfermedad. El deseo de ofrecer condiciones de trabajo dignas es también lo que mueve a varias cooperativas dedicadas a la organización del trabajo en plataformas. Uno de los ponentes, la cooperativa ciclo-logística belga Urbike, destacó que son posibles alternativas al actual modelo de plataforma, señalando que «no es incompatible, para nosotros ser una empresa ambiciosa y respetar a nuestros trabajadores». Otro cooperativista, el cofundador de la cooperativa de trabajo asociado Coop Maze, describió su deseo de «innovar, diseñar sus propias reglas y reinventar soluciones» para mejorar las condiciones de trabajo de los empleados.
Ludovic Voet, Secretario Confederal de la CES, clausuró el acto. Afirmó que «necesitamos una directiva fuerte con una relación laboral refutable (…). Los trabajadores autónomos también estarán protegidos por una directiva buena y ambiciosa: impedirá que las plataformas introduzcan la subordinación sobre ellos». También destacó el carácter desleal de la competencia creada por las plataformas porque no respetan las reglas que siguen los demás actores de la economía. Por último, Voet pidió que la carga de la prueba del estatuto de los trabajadores recaiga sobre los actores más fuertes, las empresas, en lugar de sobre los débiles, los trabajadores.
Tanto CECOP como la CES creen que una Directiva ambiciosa sobre la mejora de las condiciones laborales en el trabajo de plataforma no sólo será buena para los trabajadores, sino también para las empresas, incluidas las cooperativas, que respeten la legislación social, laboral y fiscal aplicable.
