La Confederación Europea de Cooperativas Industriales y de Servicios (CECOP), junto con EURATEX y EuroCommerce, organizaron una sesión sobre las «Expectativas para el sector textil europeo: equilibrar la competitividad y la circularidad», enmarcada en la celebración de los Días de la Industria 2025 que tuvieron lugar los pasados 5 y 6 de junio en Rzeszów (Polonia).
El evento contó con el apoyo de la Presidencia polaca del Consejo de la Unión Europea, y participaron en él cerca de 1.000 personas, incluidos los principales representantes de la industria europea, líderes institucionales de la UE, responsables políticos y otras partes interesadas.
Esta edición se centró en tres categorías clave: Competitividad y descarbonización; Una industria innovadora, y Aumento de la seguridad y reducción de las dependencias con la industria de la UE.
La charla organizada por CECOP se englobó en el tema de Competitividad y descarbonización, que se contextualiza en la transformación que vive actualmente la industria textil en Europa que, por un lado, se esfuerza por mantener su competitividad global y, por otro lado, avanza hacia una economía descarbonizada y circular.
El sector cooperativo textil
Durante la sesión, moderada por EURATEX, los oradores de RETESSILE, red de cooperativas sociales de Italia, y Decathlon discutieron los principales desafíos y oportunidades a lo largo de la cadena de valor textil, incluida la gestión de residuos, el reciclaje textil, el acceso a las materias primas, el desarrollo de habilidades y las necesidades de inversión, y ofrecieron recomendaciones políticas para apoyar la competitividad a largo plazo del sector, la descarbonización y la transición circular.
En este ámbito, Giuseppe Finocchiaro, presidente de RETESSILE, ofreció una visión general sobre el trabajo de las cooperativas sociales en Italia en la gestión de residuos textiles. Esta red de cooperativas sociales se encuentra en el grupo de cooperativas sociales de tipo B, y tal y como informó su presidente. La inclusión social está integrada a todos los niveles y la misión de las cooperativas incluye la provisión de oportunidades de empleo para los trabajadores desfavorecidos, mientras que actúa como punto de contacto para cooperar con empresas de moda y administraciones públicas.
Soluciones para poner fin a los residuos
Finocchiaro dijo que, aunque la revisión de la Directiva Marco de Residuos, programada para llegar al Pleno del Parlamento Europeo en octubre de 2025, exige la recogida obligatoria de residuos textiles, no existen mecanismos de financiación específicos y la cadena de clasificación y preparación para la reutilización seguirá bajo presión.
Además, explicó que los planes de Responsabilidad Extendida del Productor (EPR) no deben dejar fuera a las cooperativas sociales, a la vez que remarcó la necesidad de alinear el Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles, el Pasaporte Digital de Productos y los criterios de Fin de Residuos.
Una labor no reconocida
Destacó también en su charla la importancia de reconocer que la transición ecológica “no es solo una cuestión tecnológica, sino una cuestión de poder o gobernanza”. Por ello, aformó: “es indispensable que las cooperativas sociales que ya son expertas en la construcción de cadenas rastreables e inclusivas no se queden fuera”.
La contribución de las cooperativas sociales a la circularidad en el sector textil a menudo pasa desapercibida, a pesar del inmenso esfuerzo y resultados que demuestran: RETESSILE, solo en 2024 gestionó 37.000 toneladas de textiles, según recordó el presidente de la cooperativa, quien lamentó que “más allá de reconocer sus esfuerzos, las cooperativas sociales necesitan claridad legal y financiación o mecanismos de compensación para poder llevar a cabo su misión y contribuir a la construcción de una economía circular, inclusiva y resistente”.
