Más de una veintena de plataformas europeas representativas de la Economía Social y el Tercer Sector, entre ellas Social Economy Europe (SEE) y Social Platform, han enviado una carta a los jefes de Estado y de Gobierno europeos, en el marco del Consejo Europeo del 18 y 19 de diciembre pasados, instando a salvaguardar el Fondo Social Europeo (FSE) «como el principal instrumento de la Unión para la cohesión social, garantizando que nadie quede atrás y que la inversión en las personas siga siendo central para el futuro de Europa».
Las 24 entidades firmantes de la carta representan la economía social, la filantropía, la inclusión social, la lucha contra la pobreza, la igualdad, los cuidadores, los servicios públicos y sus trabajadores en toda la Unión Europea.
En la misiva recuerdan que durante décadas el Fondo Social Europeo (FSE), tal como se consagra en el Tratado, ha sido el principal instrumento de la UE para el empleo y la cohesión social. «Ha impulsado inversiones en empleo, formación, igualdad, desarrollo de capacidades, economía social y la inclusión social de los grupos vulnerables», destacan.
Más allá de su misión social, el FSE refuerza también la competitividad y el crecimiento sostenible de Europa. Al apoyar de manera concreta la creación de empleo —en particular para los grupos en riesgo de exclusión del mercado laboral, como las personas con discapacidad, las personas migrantes, las personas gitanas y otras en riesgo de pobreza, los jóvenes que no estudian ni trabajan y las personas desempleadas de larga duración—, el FSE fortalece el capital humano y la fuerza laboral de Europa y garantiza que no se desperdicie ningún talento.
«Además, al invertir en la economía social, el FSE impulsa uno de los sectores más dinámicos y resilientes de Europa, que genera empleos inclusivos, fomenta la innovación y contribuye directamente a la competitividad de la Unión», insisten.
Por ello, subrayan que es un pilar fundamental del modelo europeo, por lo que un FSE sólido «no es solo una cuestión de justicia social, sino también una inversión estratégica en el futuro económico de Europa».
Lagunas críticas y tres riesgos
La carta alerta de que la propuesta presentada por la Comisión, que agrupa la política de cohesión, incluido el FSE en un gran fondo junto con otras políticas Europas como la política agraria común, pone en riesgo décadas de inversión en las personas.
Junto a ello, el Marco Financiero Plurianual (MFP) propuesto para 2028-2034, que pretende modernizar la financiación de la UE mediante la simplificación y los enfoques basados en el rendimiento, «deja lagunas críticas que amenazan el crecimiento inclusivo, la competitividad y la cohesión», y presentan «tres riesgos para la ejecución eficiente de los fondos de la UE». Dichos riesgos son la dilución del enfoque temático, por la integración del FSE en planes de asociación más amplios; la falta de objetivos definidos, de claridad y previsibilidad en las asignaciones financieras, y la ambigüedad en la gobernanza del FSE, por la ausencia de autoridades de gestión.
Propuestas para futuras negociaciones
Frente a ello, «en este momento crítico», dice la carta, «los Estados miembros —junto con el Parlamento Europeo— deben actuar para restaurar el valor del FSE y asegurar la continuidad de sus éxitos demostrados». En este sentido, reclaman preservar el enfoque temático, reintroducir prioridades detalladas en el Reglamento del Plan Nacional de Política Social (PNPS) para garantizar un apoyo específico a la economía social y tercer sector.
También proponen establecer un vínculo claro entre la asignación directa del 14 % de los recursos a objetivos sociales en el marco del Reglamento del PNPS y el futuro FSE. Argumentan que ello debería proporcionar a los Estados miembros orientación concreta sobre las acciones subvencionables, evitar la dilución de las intervenciones de política social y evitar operaciones cortoplacistas, garantizando inversiones sostenidas a largo plazo.
Por último, la carta pide restablecer el contenido original del FSE, especificando claramente sus objetivos principales y prioridades de inversión, e incluyendo explícitamente el empleo, la inclusión social, el desarrollo de capacidades y el apoyo a la economía social.
Las entidades firmantes de la carta son European Disability Forum (EDF), European Network of Cities and Regions for the Social Economy (REVES), European Association of Service Providers for Persons with Disabilities (EASPD), European Network of Social Integration Enterprises (ENSIE), AGE Platform Europe, European Platform for Rehabilitation (EPR), Caritas Europe, ILGA Europe, CEC – Acting for Social Inclusion, Lifelong Learning Platform – European Civil Society for Education, COFACE Families Europe, Philea, Eurocarers, RREUSE, Eurodiaconia, Samaritan International, European Anti-Poverty Network (EAPN), Social Economy Europe (SEE), European Council of Associations of General Interest (CEDAG), Social Platform, European Federation of Hard of Hearing People (EFHOH ), Social Services Europe, European Federation of Public Service Unions (EPSU) y European Food Banks Federation (FEBA).





