Como principal instrumento de la UE para invertir en las personas, el Fondo Social Europeo (FSE) debe seguir ocupando un lugar central en el próximo presupuesto de la UE. Así lo reclama un manifiesto firmado por 45 entidades y redes, entre ellas Social Economy Europe (SEE), Social Platform, el movimiento europeo de la discapacidad y el de servicios de interés general, en una declaración por la que se pide que se refuerce el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), de forma que cubra la totalidad de las necesidades de los ciudadanos europeos.
Según apunta el texto difundido, Europa se encuentra inmersa en una transformación económica, digital y en términos de sostenibilidad, algo que requiere a su vez una transformación social para equiparar el desarrollo de todos los sectores. Para ello reclaman a Europa reducir las desigualdades, promover el progreso social y alcanzar niveles de empleo de alta calidad, fortaleciendo así el mercado único y mejorando la economía europea, elementos fundamentales para facilitar la restauración de la confianza en los sistemas políticos y la economía social de mercado.
Como indica el texto, por supuesto el próximo MFP tendrá que mejorar, adaptarse a la evolución del contexto y a las nuevas prioridades. “Mejorar un marco es también reconocer lo que ha funcionado bien anteriormente”, afirma la declaración, que añade que desde su creación en 1957 con el Tratado de Roma, FSE ha sido una piedra angular de la inversión de la UE, abordando eficazmente las disparidades territoriales, centrándose en las necesidades locales y apoyando la innovación y las reformas en colaboración con los agentes locales, los interlocutores sociales, la sociedad civil y la economía social.
Los ocho factores de éxito del FSE+
El FSE, señalan, ha impulsado los avances sociales, creando oportunidades para millones de personas excluidas en Europa. Es por ello por lo que instan a la Comisión Europea a “aprovechar esos avances y fortalecer, en lugar de debilitar o fusionar, el Fondo Social Europeo Plus (FSE+)”, y lo hacen recordando ocho “factores de éxito” que deberían permitir “mantener el trabajo que funciona” (Keep what Works), en referencia al FSE.
Entre dichos factores de éxito se encuentra que el FSE ha garantizado financiación para la consecución de objetivos y políticas sociales europeas en materia de empleo de calidad, formación y políticas sociales. También ha logrado una gobernanza multinivel y gestión compartida para maximizar el impacto, la rendición de cuentas y la sostenibilidad de los fondos.
La asignación horizontal de dichos fondos ha impedido que otras prioridades emergentes en Europa no socaven los objetivos y necesidades sociales. La colaboración público-privada reúne a las autoridades públicas, los interlocutores sociales, la sociedad civil y la economía social, garantizando la transparencia, una mejor orientación de las necesidades de inversión y una mayor apropiación, coordinación y supervisión.
Por último, destacan que el FSE+ ofrece oportunidades de financiación específicas para iniciativas locales, como los sectores de Proximidad y Economía Social, así como de Pequeñas y Medianas Empresas. Esto es posible gracias a la creación de un entorno más propicio para que las organizaciones más pequeñas puedan acceder y gestionar la financiación.
En consonancia con el Pilar Europeo de Derechos Sociales, el FSE+ es sinónimo de inversión en prioridades a largo plazo, reformas sistémicas y desarrollo de capacidades. Esto ha contribuido a reformar los sistemas de bienestar en la Unión Europea.
La declaración completa aquí.